Ir al contenido principal
Normalmente no publico este tipo de reflexiones en el blog, pero en esta ocasión haré una excepción porque deseo agradecerme, sí, a mí misma, que no lo hago nunca, un largo recorrido que valoro muy positivamente y que en el día a día, año a año, se queda perdido en miles de otras cuestiones sin agradecer ni valorar.
Por eso hoy quiero agradecerme la vida que me estoy dando, una vida con sentido para mí, con propósito, me reconozco mi valentía a pesar del miedo, incluso cuando lo que más sentía, casi en exclusividad, era miedo e incertidumbre, quiero valorar cómo paso a paso mis sueños se materializan, las siembras se cosechan.
Quiero significar también, que en momentos no tan buenos, endiabladamente enloquecidos, confusos, dispersos y atolondrados, he seguido adelante, sin importarme si sé, si puedo, si debo, si tengo... o quizá sí, importándome, no sé cuánto, he seguido avanzando por el puente aunque no lo viera. Porque la verdad es que al final hay puente por el que transitar, cada uno decide si el puente une o separa, porque solo podrás verlo si caminas sobre él, y eso, da cierto miedito.
Agradezco a la gente a mi alrededor, mi compañero y pareja, con su sabiduría innata, a mi hijo, como un ángel guardián lleno de amor y entrega, a mis hermanos y sobrina, su constante presencia y ayuda, a la maravillosa familia extendida, con reencuentros de ensueño. A todos su constante apoyo, aunque haya sido a través del silencio, sin juzgar, sin intervenir, sabiendo a cada momento que ahí estaban todos por si los necesitaba en algún momento.
Agradezco a mis amigos las propuestas para compartir, disfrutar, viajar, reencontrarnos, echarnos muchas risas, muchas muchas.
A mis colaboradores de proyecto profesional, incondicionales e insustituibles, aprendiendo de cada uno de ellos.
A mis maravillosos clientes, a los que he acompañado y me han enseñado sus vidas.
A mi proceso interior, al ritmo necesario.
A las asociaciones a las que pertenezco, fuente inagotable de experiencias.
A tantas y tantas personas que quizá no estén en ninguno de estos grupos pero tan significativas que deseo reconocerles su papel fundamental en mi vida.
A las escuelas donde sigo aprendiendo cada vez más, sobre todo a vivir.
A JL, a la magia, mi paradigma vital.
A la luz, al brillo.
A la divinidad.
Al Universo.
Me considero mi propio caso de éxito, con mi propia definición de éxito, la mía.
Deseo seguir poniéndole el cuerpo a la vida y habitar a lo que llego, porque a veces se me olvida, me lleva el ego adonde se le canta y me pierdo la infinita belleza que cada día despliega la vida para mí.
Y eso, no, no debe olvidárseme nunca, nunca.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Trabajo o traalto

Es un simple juego de palabras inventado con un profundo significado para mí. Se trata de la perspectiva desde la que realizo mi actividad profesional. Desde el trabajo o desde el traalto, es decir, desde la obligación, la necesidad y la imposición o desde el disfrute, la creatividad y el deleite. Desde una vibración baja o desde una vibración alta. Desde el conocimiento dirigido o desde los dones y el talento innatos. Haz lo que te gusta y no trabajarás nunca. Esto no quiere decir que no me esfuerce, que no sea perseverante o que no tenga implicación, justo todo lo contrario, si mi actividad deriva de los dones, no trabajo, sólo traalto y transmuto lo que hago porque el origen lo es todo y cambia radicalmente el enfoque y la energía que pongo en ello. Averigua cuáles son tus dones si no lo sabes todavía, dirígete a su realización, dejemos de verlos como aficiones o como sueños colocándolos dentro de nuestras vidas en el centro de nuestra actividad profesional o laboral. Dejemos

El estancamiento no existe, se trata de degradación

Sí, lo sabemos, no podemos no crecer. El estancamiento es ilusorio, es la manera de decir y autoconvencernos de que me "quedo como estaba" sin avanzar, pero no es posible. Todo se mueve, continuamente, todo el rato. Todo varía a cada instante, sólo la limitada percepción humana es capaz de determinar parada, quietud y estancamiento.  En un interminable imaginario. Sin embargo, todo a nuestro alrededor nos informa de que lo estático es puntual para dar paso indefectiblemente a la degradación.  Nada mejora por el no uso, por quedarse como antes, por no aceptar o no permitir el avance. Ciertamente a las personas nos ocurre exactamente eso mismo.  Cuando decidimos que ya está todo hecho, aprendido, conocido, experimentado, y nada queda por mejorar, comienza la degradación y el derrumbe. No nos supongamos como modelo terminado de nosotros mismos, no existe tal, y no estamos aquí para llegar a eso sino para ser infinitos y extraordinarios, y eso se consigue de manera continua y sos

A mi edad, no...

¿Qué quieres hacer? He oído muchas veces esta creencia que parece incapacitarnos para un sinfín de actividades o experiencias en nuestra vida a partir de una determinada edad, cada uno elige cuál para que le sirva de excusa. A mi edad, que paso del medio siglo, no entiendo por qué debo dejar de aprender de mil y una cosas que todavía me quedan por experimentar. No hace tanto comencé a bailar, no hace tanto cambié mi vida completamente saliendo de la zona de confort para entrar en la de pánico (así la llaman, pero debo decir que nunca me he divertido y disfrutado tanto como desde que estoy en ella), hace poco que aprendí..., hace poco que empecé... De eso se trata, según mi teoría, que seguramente no será nada mía, estamos en esta vida física para vivir una experiencia humana extraordinaria, única y genuina, y parece que se nos olvida en cuanto pisamos el suelo. Pues aquí va el reto, no dejes de experimentar, disfrutar, vivir el presente y ser feliz probando cosas nuevas como si