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Mostrando entradas de octubre, 2010

Coaching

Me encanta esta profesión y me gustaría tener más clientes. A mi modo de ver, ejercer de coach es una de las actividades que me ha proporcionado mayor satisfacción en la vida. Por ello, me gustaría ampliar mi cartera de clientes y dedicarle mucho más tiempo a esta actividad profesional. La primera vez que oí hablar de coaching fue en un artículo de una revista. Hasta ese momento, cada vez que aparecía algo relacionado con la palabreja, saltaba automáticamente a otra cosa y no le hacía el más mínimo caso. Hasta que su insistencia por aparecer en mi vida, me hizo pararme y enterarme de qué iba todo eso que sonaba a yanquilandia... y fue todo un flechazo. Estudié, me preparé a fondo (y sigo formándome) y decidí que formaría parte de mi vida profesional y personal, porque tal como yo lo veo, es una forma de vida. Esto me recuerda que a veces menospreciamos cosas, situaciones, conocimientos, personas, etc., sin conocer y sin saber. Hablo desde la experiencia, aunque no me sienta muy orgu

Siempre hay opciones

He estado viendo la obra de teatro Tres, comedia divertida, agridulce, pero sobre todo y es con lo que me quedo, una forma de hacer cambiar la realidad si es lo que queremos. Siempre hay opciones por muy poco convencionales que aparentemente éstas sean. Me gusta la idea y me sugiere lo habitual en este blog, si no nos gusta el mundo que vemos, cambiemos nuestra forma de ver el mundo y éste cambiará. Einstein preguntaba más o menos esto: ¿El mundo es para ti un entorno amistoso u hostil? Hasta que no tengas clara la respuesta, no sabrás qué tipo de vida tendrás. Y es que el mundo es como es y nosotros sólo lo interpretamos con nuestro propio mapa del mundo y, recordemos, el mapa no es el territorio.

Nos sentimos como pensamos

Me he dado cuenta de que últimamente no me encuentro muy bien, son pequeñas molestias, pero incómodas... También me he dado cuenta de que últimamente pienso mucho en negativo, no siempre, pero bastantes veces, y he llegado a la conclusión de que son mis malos o improductivos pensamientos quienes me debilitan y hacen que la enfermedad o las molestias entren en el día a día. Antes pensaba que al encontrarme mal, los pensamientos se volvían oscuros y sintonizaban con el malestar. Hoy sé que si pienso mal, mi energía se debilita y puedo enfermar. ¿Qué puedo hacer? Se me ocurre vigilar activamente mis pensamientos para ser más productiva y sobre todo mucho más positiva para generar bienestar.