Nuevas formas de estar en el mundo
Y, ¿esto qué es?
A estas alturas, no se nos escapa a nadie que, como especie y sociedad, no hemos hecho las cosas demasiado bien en este planeta. Hemos cometido errores como si todo fuera el patio trasero de nuestra casa que nadie ve y además fuéramos a vivir eternamente.
Pero se nos acaba el tiempo, sí, más pronto que tarde nuestro mundo conocido será irreconocible y no lo digo yo, son muchas voces las que se alzan advirtiendo de que con nuestra actual forma de vida, todo esto tiene fecha de caducidad.
¡Menuda catástrofe! Y mira que me gustan poco las visiones apocalípticas, pero aunque no sepamos cuándo, lo que sí parece claro es que tenemos que enmendarnos y emplearnos a fondo si queremos que esto mejore y prospere, el futuro no está garantizado, pero tendremos que ponernos a ello, sí o sí.
Oía hace poco decir a Joe Dispenza que la nueva mentalidad involucra ya al 50% de la población mundial, ¡qué gran noticia!, me fascina este dato, para conseguir esa masa crítica desde donde la marcha atrás del proceso de cambio no sea ya posible.
Me gusta pensar en ese modelo de estar en el mundo en donde las emociones positivas predominen sobre las negativas que tanto nos envenenan, en donde el nivel de consciencia y vibracional sea alto y no funcionemos en automático como zombis, en donde el ego se disuelva, funcionemos en la frecuencia del amor y más allá de las formas, en donde practiquemos el autoconocimiento y la autosanación, vivamos el ahora y todas nuestras relaciones sean ganar-ganar o no hay trato.
Qué gran reto nos plantea nuestra permanencia en este mundo, ¿verdad? Pues mucho me temo que la llamada de atención va en serio. Podemos creerlo o no, seguir como hasta ahora o no, pero pregúntate de vez en cuando si eres feliz y si esto es todo cuanto puedes experimentar y disfrutar, sabiendo, como dice una gran amiga mía, que cuando abandonamos esta vivencia humana "no nos llevamos de aquí ni el cepillo de dientes".
A estas alturas, no se nos escapa a nadie que, como especie y sociedad, no hemos hecho las cosas demasiado bien en este planeta. Hemos cometido errores como si todo fuera el patio trasero de nuestra casa que nadie ve y además fuéramos a vivir eternamente.
Pero se nos acaba el tiempo, sí, más pronto que tarde nuestro mundo conocido será irreconocible y no lo digo yo, son muchas voces las que se alzan advirtiendo de que con nuestra actual forma de vida, todo esto tiene fecha de caducidad.
¡Menuda catástrofe! Y mira que me gustan poco las visiones apocalípticas, pero aunque no sepamos cuándo, lo que sí parece claro es que tenemos que enmendarnos y emplearnos a fondo si queremos que esto mejore y prospere, el futuro no está garantizado, pero tendremos que ponernos a ello, sí o sí.
Oía hace poco decir a Joe Dispenza que la nueva mentalidad involucra ya al 50% de la población mundial, ¡qué gran noticia!, me fascina este dato, para conseguir esa masa crítica desde donde la marcha atrás del proceso de cambio no sea ya posible.
Me gusta pensar en ese modelo de estar en el mundo en donde las emociones positivas predominen sobre las negativas que tanto nos envenenan, en donde el nivel de consciencia y vibracional sea alto y no funcionemos en automático como zombis, en donde el ego se disuelva, funcionemos en la frecuencia del amor y más allá de las formas, en donde practiquemos el autoconocimiento y la autosanación, vivamos el ahora y todas nuestras relaciones sean ganar-ganar o no hay trato.
Qué gran reto nos plantea nuestra permanencia en este mundo, ¿verdad? Pues mucho me temo que la llamada de atención va en serio. Podemos creerlo o no, seguir como hasta ahora o no, pero pregúntate de vez en cuando si eres feliz y si esto es todo cuanto puedes experimentar y disfrutar, sabiendo, como dice una gran amiga mía, que cuando abandonamos esta vivencia humana "no nos llevamos de aquí ni el cepillo de dientes".
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