Ir al contenido principal

Creo que el cuento de La Lechera nos ha hecho un mal favor

Sí, lo creo. No estoy de acuerdo con la ambición desmedida ni con la ofuscación por una riqueza inconsciente, pero sí en soñar, en ver un mundo mejor y en plantearnos futuros potenciadores.
Sí a un camino de disfrute por la vida, lleno de abundancia y prosperidad. Sí a imaginarnos territorios inexplorados y maravillosos.
El hecho de relacionar sueños y expectativas con ilusiones que siempre se malogran no nos aporta nada enriquecedor ni motivante. Más bien tiene que ver, por mi propia experiencia, con una resignación enfermiza con el me quedo como estoy y más vale lo malo conocido.
Rotundamente en desacuerdo. Se me ocurren múltiples razones, pero una básica, ¡qué vida más triste si con nuestra capacidad innata como especie para adaptarnos y sobrevivir nos limitamos a quedarnos donde nos dejaron cuando nos hicimos autodependientes!
Si no soñamos, no avanzamos y si no avanzamos quedamos muertos en cualquier punto del camino de nuestra vida, aunque sigamos vivos.
Definitivamente no me convence en absoluto el cuento de La Lechera, quizá trata de crear una conciencia realista y evitar así las frustraciones, pero inculca en el imaginario colectivo una máxima de que los sueños son inalcanzables y francamente tengo que descartar este mensaje por definición, porque además es incierto.
¿Cuántas personas lograron materializar sus sueños a lo largo de la historia de la Humanidad? Miles, millones, ...
Me parece más que suficiente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Trabajo o traalto

Es un simple juego de palabras inventado con un profundo significado para mí. Se trata de la perspectiva desde la que realizo mi actividad profesional. Desde el trabajo o desde el traalto, es decir, desde la obligación, la necesidad y la imposición o desde el disfrute, la creatividad y el deleite. Desde una vibración baja o desde una vibración alta. Desde el conocimiento dirigido o desde los dones y el talento innatos. Haz lo que te gusta y no trabajarás nunca. Esto no quiere decir que no me esfuerce, que no sea perseverante o que no tenga implicación, justo todo lo contrario, si mi actividad deriva de los dones, no trabajo, sólo traalto y transmuto lo que hago porque el origen lo es todo y cambia radicalmente el enfoque y la energía que pongo en ello. Averigua cuáles son tus dones si no lo sabes todavía, dirígete a su realización, dejemos de verlos como aficiones o como sueños colocándolos dentro de nuestras vidas en el centro de nuestra actividad profesional o laboral. Dejemos

El estancamiento no existe, se trata de degradación

Sí, lo sabemos, no podemos no crecer. El estancamiento es ilusorio, es la manera de decir y autoconvencernos de que me "quedo como estaba" sin avanzar, pero no es posible. Todo se mueve, continuamente, todo el rato. Todo varía a cada instante, sólo la limitada percepción humana es capaz de determinar parada, quietud y estancamiento.  En un interminable imaginario. Sin embargo, todo a nuestro alrededor nos informa de que lo estático es puntual para dar paso indefectiblemente a la degradación.  Nada mejora por el no uso, por quedarse como antes, por no aceptar o no permitir el avance. Ciertamente a las personas nos ocurre exactamente eso mismo.  Cuando decidimos que ya está todo hecho, aprendido, conocido, experimentado, y nada queda por mejorar, comienza la degradación y el derrumbe. No nos supongamos como modelo terminado de nosotros mismos, no existe tal, y no estamos aquí para llegar a eso sino para ser infinitos y extraordinarios, y eso se consigue de manera continua y sos

A mi edad, no...

¿Qué quieres hacer? He oído muchas veces esta creencia que parece incapacitarnos para un sinfín de actividades o experiencias en nuestra vida a partir de una determinada edad, cada uno elige cuál para que le sirva de excusa. A mi edad, que paso del medio siglo, no entiendo por qué debo dejar de aprender de mil y una cosas que todavía me quedan por experimentar. No hace tanto comencé a bailar, no hace tanto cambié mi vida completamente saliendo de la zona de confort para entrar en la de pánico (así la llaman, pero debo decir que nunca me he divertido y disfrutado tanto como desde que estoy en ella), hace poco que aprendí..., hace poco que empecé... De eso se trata, según mi teoría, que seguramente no será nada mía, estamos en esta vida física para vivir una experiencia humana extraordinaria, única y genuina, y parece que se nos olvida en cuanto pisamos el suelo. Pues aquí va el reto, no dejes de experimentar, disfrutar, vivir el presente y ser feliz probando cosas nuevas como si